Kurmi: La Historia Detrás de Esta Fotografía

Todo partió como casi siempre en mi caso, con la idea de hacer una fotografía, ésta en particular estaba pensada para ser incluida en mi primer libro de fotografía que lleva por título “VISIONES, Alturas del Tarapacá”. Mi intención era poder lograr una fotografía especial de los géiseres de Puchuldiza.

Pero primero que todo, ¿Dónde están y cómo se llega a los géiseres? Lo primero que debes saber es que éstos se encuentran en la Región de Tarapacá, a unos 226 kms. de Iquique. Para fotografiarlos con buena luz, les aconsejo levantarse muy temprano, más bien de madrugada, tipo 3 am, puesto que el viaje dura unas 3 hrs., de esta forma llegarán al punto de disparo con las primeras luces del amanecer, cosa que siempre buscamos los fotógrafos de paisaje y naturaleza. 

El viaje inicia en la ruta 16 en dirección al cruce de Humberstone, llegando se debe tomar la ruta 5 en dirección a Huara, donde les recomiendo dejar constancia del viaje en el retén de Carabineros de Chile que está justo a un costado de la carretera. Una vez dejada la constancia, se debe continuar el viaje por la ruta 15 en dirección a Colchane. 

Antes de llegar a Puchuldiza les aconsejo detenerse en el mirador de Alto Chusmiza, aquí estarán a unos 3.450 m.s.n.m., por lo que es bueno detenerse unos 15 o 20 minutos para aclimatar el cuerpo a la altura, respirar y caminar lentamente, tomarse un café, té o simplemente beber agua, eviten comer cosas pesadas, si es posible mejor no comer aún, para evitar los efectos de la puna o mal de altura, aprovechen de contemplar la quebrada y el poblado de Chusmiza, con suerte verán volar cóndores por la zona. 

Luego de este descanso se debe continuar subiendo por la ruta 15 hasta llegar a la ruta A-487 donde deben doblar a la izquierda, para finalmente conectar con la ruta A-489 que los llevará directamente hasta los Geiseres de Puchuldiza.

Nota importante: las dos últimas rutas que mencioné son caminos de tierra, pero en buen estado.

Volviendo a la fotografía, si bien les señalé que era mejor subir de madrugada, en mi caso particular no lo hice así, porque mi idea era hacer una fotografía nocturna del geiser más grande junto a la luna llena que habría esa noche, por lo cual viajé por la tarde, asegurándome de llegar con luz natural al lugar, para poder identificar los puntos de disparo que había planificado antes del viaje con PhotoPills.

En mi cabeza estaba la idea de hacer una fotografía del geiser lanzando su chorro de agua hirviendo, con la luna por detrás y que esta última iluminara toda la escena, todo en una sola toma, pero no me resultó, por más que hice mis mejores esfuerzos, la luz de la luna era muy intensa, para lograr que se viera detalle en el entorno y el geiser, debía sobreexponer la luna, cosa que me dejaba muy frustrado, no era lo que quería conseguir.

Hice varios intentos, con distintas configuraciones pero no lo lograba, esta es la fotografía que resultó mejor.

Fueron más de 3 horas de viaje desde Iquique y otras tantas esperando el momento preciso para realizar la fotografía, soportando los -5° de temperatura de esa noche y la puna de sus 4.232 m.s.n.m., literalmente se me congelaban las manos, rostro y pies, ¿para no conseguir la foto que había planificado?.

Había que sobreponerse, estaba solo en un lugar maravilloso, acompañado solo por Phaxsi (luna en lengua aymara). Decidí cambiar de plan y posicionarme con la luna a mi espalda y el gran geiser por delante, no podía desperdiciar el viaje. Cuando llegué al nuevo punto de disparo y levanté la vista, quedé impactado, no lo podía creer, tal vez la Pachamama comprendió todo ese esfuerzo y me ofreció un bello presente, un “Kurmi” (arco iris en lengua Aymara) en esa fría noche de luna llena.

Aprendí una gran lección esa noche, nunca hay que darse por vencido, siempre estar abierto a nuevas ideas, pero por sobre todo estar preparado, nunca se sabe cuándo la suerte puede estar de tu lado, pero si no estás preparado, la verás pasar por delante y no podrá aprovechar ese momento.

Finalmente dejé este bello Kurmi, el geiser y las estrellas plasmadas para siempre en mi primer libro de fotografía y en este relato dejo la historia de cómo logré hacer esta fotografía. Si te interesa adquirir este libro puedes escribirme directamente a fotografo@edgardoreyes.com o también lo puedes encontrar en Santiago Centro en la Tienda Nacional o en Iquique en Golden Book. Donde también pueden encontrar mi último libro Visiones, Pampa del Tamarugal.

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